El barroco no sólo fue expresión artística, es una experiencia cultural que nació con la Europa de la Reforma y el capitalismo. Caracterizado por la exterioridad de sus actos, la demostración externa de sus formas, la manifestación pública de los sentimientos, fundamentó una expresiva teatralidad de la vida cotidiana, cuyo objetivo fundamental era impactar los sentidos, crear sensaciones, pero también hacer presente narraciones capaces de preservar la memoria, sostener los rituales y los sistemas de creencias, crear universos simbólicos, espacios de sensibilidad e interpretación comunes. En todos los ámbitos de su experiencia, se ajustó a las diferentes necesidades culturales en cada región en donde se evidenció. Los usos de la imagen, en sentido amplio y su iconografía católica revelan una parte de esta riqueza y en razón de esta performatividad de las imágenes y de su capacidad para representar figuradamente experiencias, interpretaciones y voluntades, el estudio de los repertorios iconográficos del complejo entramado intercultural del mundo colonial ofrece revelaciones.
Del 2 a 26 de noviembre.
Se dictarán clases sincrónicas lunes y jueves de 16 a 20 hs.