En los museos existen barreras que dificultan la participación todos los ciudadanos. El tipo de arquitectura, el diseño expositivo y la señalización pueden impedir el ingreso, la circulación y permanencia del público en las exhibiciones. Sumados a estos obstáculos físicos concretos, es posible identificar impedimentos ligados a la falta de familiaridad con los espacios, al lenguaje utilizado en las exhibiciones y a los comportamientos esperados de los visitantes en las instituciones culturales, que suelen priorizar la comunicación a través de la lectura de cédulas y la percepción sensorial a través de la vista. Las posibilidades de inclusión de los visitantes se amplían al diversificar las formas de acceso al patrimonio y al contemplar las necesidades específicas de los públicos en las diferentes instancias de planificación, diseño y gestión del museo. Al considerar los derechos de sujetos heterogéneos, surge la necesidad de crear condiciones y generar mayores instancias de participación e inclusión. Por tanto, es crucial que el personal de los museos conozca las tecnologías existentes, consulte a los colectivos implicados y defina con ellos las adecuaciones apropiadas para favorecer el acceso de las personas con discapacidad y dar libertad de elección a todos los visitantes. Este taller vincula los conceptos de accesibilidad, inclusión y diseño universal a todas las etapas y áreas de trabajo de los museos. Esto supone asumir que no sólo los públicos son diversos, un museo también debe hacer accesible el ejercicio de los diferentes roles que lo construyen (expositores, gestores, investigadores, personal estable, creadores, etc).
Del 3 al 24 de agosto
Los jueves
Presencialidad remota