Los conceptos de sujeto y subjetividad están estrechamente ligados a la experiencia de la modernidad, y a sus figuras “occidentales”. El sujeto moderno, como figura típico-ideal, se caracteriza por la unidad epistémica del yo, la subordinación del cuerpo y la opresión de las mujeres, la psicologización afectiva y familiarista, la discursividad colectiva en la narrativa nacional, con todas sus contrapartes: la angustia y lo inconsciente, la soledad y la carencia de reconocimiento, la escisión social y el conflicto de representaciones. Es constitutiva de esa misma modernidad la emergencia de críticas a la primacía del yo, sea en las filosofías vitalistas, en el psicoanálisis, en el marxismo o en las consecuencias del estructuralismo. Un análisis histórico-social de las prácticas de subjetividad habilitadas por la extensión del individuo “libre”, como trabajador/a asalariado/a ha generado una crisis del familiarismo y el heterosexismo. Las dinámicas democratizadoras, incluso si son consideradas las contrapartes de la imposición de formas sociales enajenadas, están acompañadas por reivindicaciones de derechos que ponen en cuestión la unidad del sujeto moderno.
Del 1° de junio al 7 de julio
Los sábados de 8 a 13 hs.
Aula 256